En tres meses han ocurrido cuatro fallas en partidas de pastillas anticonceptivas que utilizan las chilenas. Esto ha producido una catástrofe en la salud sexual de las usuarias: algunas han quedado embarazadas; otras, han sufrido cambios hormonales. Sin embargo –y a pesar que aún hay litigios pendientes– los laboratorios Silesia, Andrómaco, y Eurofarma no se han hecho responsables del hecho. “Esto le pasa a los vulnerables”, dice una de las perjudicadas.

Al cierre de este reportaje el Servicio Nacional del Consumidor alertó el 21 de diciembre de 2020 una supuesta nueva falla que involucra al laboratorio Andrómaco.

Sin embargo, este error fue reportado el 5 de octubre por el Instituto de Salud Pública. Tres meses pasaron desde que se hizo el primer anuncio de que estos fármacos que circulaban en el mercado desde el 2019, presentaban una falla.

El 24 de agosto pasado el Instituto de Salud Pública (ISP) dio una alerta que preocupó a varias organizaciones de mujeres:  el anticonceptivo Anulette CD, contenía un error en la serie B20034A.

Sin embargo, ese no fue el único error. El 4 de septiembre, el ISP volvió a reconocer una nueva falta: esta vez en la serie B20035, y las retiró del mercado. El 7 de octubre informó una segunda falla con las pastillas Minigest-15 y Minigest-20, fabricadas por el laboratorio Andrómaco, con las series D19129A y D19130A afectadas. Finalmente, el 22 de octubre anunció el error del anticonceptivo Conti-Marvelon 20, del laboratorio Eurofarma, con la serie 608442. Esta última fue difundida trece días después de la notificación de su retiro.

El primer anticonceptivo en Chile fue Anovlar, del laboratorio alemán Schering, con una dosis muy baja de hormonas, con 4 mg de noretisterona y 0.05 mg de etinilestradiol. A pesar de que la píldora anticonceptiva ha mejorado en sus componentes a los largo de los años, y hacia el año 2000 la tasa de mortalidad materna se redujo a 20 muertes por cada cien mil nacidos vivos, han existido casos donde las pastillas han presentado fallas en su estructura. En 2018 ocurrió la primera falla con las pastillas Tinelle, fabricadas por Silesia, laboratorio que presentó un nuevo fallo este año 2020 con una de las anticonceptivas más entregadas en los Centros de Salud Familiar del país, las Anulette CD.

En tres meses han ocurrido cuatro fallas y no existe entidad estatal que tome medidas reparatorias, ya que no existe ningún catastro claro para conocer la totalidad de las que se vieron perjudicadas. Muchas de ellas, viven hoy un embarazo no deseado por la falta de regulación de medicamentos consumidos exclusivamente por mujeres, lo cual transgrede y vulnera los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y personas con vulva.

 

 La falla desde la primera persona

“Llevaba cuatro años tomando pastillas, era un hábito para mí”, cuenta Rocío Sepúlveda (30), quien vive en Osorno, tiene tres meses de embarazo y espera su cuarto hijo. Ella asegura que es una de las afectadas por el error de Anulette CD.

La última vez que las tomó, las pasó a recoger al consultorio Doctor Pedro Jauregui. Después de la separación con el padre de sus hijos, había iniciado una nueva relación y, por supuesto, no quería quedar embarazada. Sin embargo, la falla de las anticonceptivas cambió todo: el test salió positivo: “Yo pensaba que había tenido la mala suerte de ser parte del 1%”, dice.

A Rocío le entregaban las pastillas en su consultorio por 6 meses y luego iba a buscar las restantes del año. Si se atrasaba, ella misma las compraba en la farmacia. Al iniciar una nueva relación en agosto de 2020, en septiembre, tuvo un atraso en su periodo. La prueba de embarazo dio positivo. “Yo di por hecho que las pastillas pasaron por una revisión, porque nunca me había pasado nada y uno peca de confiada”, expresa Sepúlveda al pensar en un comienzo que el error fue de ella, pero en octubre por un familiar se enteró que las pastillas Anulette CD presentaron problemas.

Aún así, Sepúlveda no tiene cómo probar que su blister fue una de las series sacadas del mercado, ya que las desechó al enterarse del mal estado en que se encontraban. A su vez, admite que el consultorio no le dio más información ni ayuda hasta el día de hoy. “Esto le pasa a los vulnerables. Tú no vas a pillar en la clase alta esto y si pasó, todos sabemos que pasa con esos bebés. Eso es un secreto a voces, o sea para los vulnerables es inaccesible el aborto, no para la otra clase de este país”, manifiesta mientras se escuchan de fondo sus otros tres hijos jugando.

Tamara Oviedo (21), estudiante de Periodismo, es usuaria de pastillas anticonceptivas hace 6 años. Dos años atrás, su médico le recomendó las Anulette CD, las cuales retiraba en el consultorio Clotario Blest ubicado en Maipú, comuna en la que reside. En agosto, comenzó a experimentar cambios hormonales, lo que causó que su menstruación no llegara en la fecha correcta como regularmente lo hacía. “Eso me trajo muchas complicaciones porque aún no me ha llegado el periodo a pesar de haber cambiado las pastillas”, comenta. Luego de realizarse diversos exámenes con el miedo de estar embarazada, se enteró a través de redes sociales de la falla de dos series de Anulette. Una de ellas, la serie B20034A era la que estaba consumiendo. En ese momento se dio cuenta que era una de las afectadas, pero aún así al igual que Rocío, no cree que será compensada por la situación, a pesar de que sólo se le vio afectado su ciclo hormonal. Es más, cree que el Estado ganaría si se lleva a cabo una demanda y se desligaría del tema.

Ambas coinciden en que no se les ha entregado soluciones frente a este tema. Hasta la fecha el Ministerio de Salud junto al Instituto de Salud Pública y los laboratorios, se han mantenido cautos frente a la situación, sin dar a conocer soluciones o medidas compensatorias reales a largo plazo.

 

El silencio de las autoridades

El Instituto de Salud Pública, entidad encargada del control sanitario y la protección de la salud de la población chilena, informó que la serie B20034A  de las pastillas Anulette CD, presentó defectos en los envasados con alvéolos vacíos y pastillas trituradas. Posteriormente, el organismo informó que la serie B20035 también presentaba un error en la disposición de los comprimidos. El placebo se encontraba en la ubicación de la píldora con principio activo y viceversa.

Cuando el ISP debió hacer un tercer retiro de pastillas del mercado, esta vez de las Minigest 15 y 20, la entidad entregó un documento más detallado, donde la medida de sacarlas de circulación se debió  a una disminución en la potencia de principios activos. La última alarma sanitaria fue con las pastillas Conti-Marvelon 20: estas presentaban un  error en las instrucciones de toma y en los blisters, envase que protege el producto farmacéutico, salían mal señalizadas.

El ISP solo recomendó a las usuarias consultar con su médico o farmacéutico para recibir indicaciones en cuanto a la continuidad y otras alternativas de anticonceptivos orales disponibles. A su vez, el organismo también sugirió utilizar otras medidas de protección adicionales, no hormonales, para evitar un embarazo no planificado hasta obtener un anticonceptivo nuevo que reemplace al que utilizaba. Por último, el instituto advirtió que al cambiar de pastilla es posible que puedan presentar irregularidades en su ciclo menstrual, el cual suele mejorar con el paso del tiempo. Por su parte, el Minsal solo se refirió a los comunicados emitidos del Instituto de Salud.

“El Ministerio de Salud, ni siquiera nos envió un plan de acción de qué hacer con este error. La indicación fue sacarlo todo del mercado y nada más, ¿qué hacemos? Eso quedó bajo nuestra responsabilidad en los centros de salud”, dice Cristina Ojeda, química farmacéutica, parte de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir y trabajadora en atención primaria de salud en la ciudad de Valdivia.

Ojeda cuenta que en el Centro de Salud Familiar Angachilla, donde trabaja, llevaron a cabo un protocolo para hacer frente a esta situación. Llamaron a las usuarias para que se presentarán con su matrona. Allí se les explicó la situación y se les realizó un test de embarazo. Si la paciente no estaba embarazada, se le propuso un bioequivalente. Si es que tuvo relaciones sexuales ese día o el día anterior, se le ofreció la pastilla del día después. Sin embargo, si ya estaba embarazada, no podían hacer nada. “La recomendación es colocar el reclamo, denunciar si lo quiere. Muchas matronas ofrecían contactarlas con un abogado que las quisiera ayudar”, dice.

Anulette CD es un anticonceptivo no combinado que se le receta mayoritariamente a jóvenes y mujeres sin problemas de olvido de sus píldoras. Dada su baja carga hormonal, tiene un mayor volumen de despacho al año. Además de ser uno de los más baratos. “En mi consultorio tuvimos 3 usuarias que quedaron embarazadas por su uso, y deben ser muchas más”, cuenta Ojeda, quien además considera que la falla de las pastillas Conti Marvelon 20 es indignante. “Se dieron cuenta un mes antes de que las pastillas anticonceptivas vencieran”, añade.

Hasta el momento, los laboratorios involucrados: Silesia, Eurofarma y Andrómaco solo se han referido al tema a través de comunicados, donde explican el por qué de la falla y los pasos a seguir para las usuarias. Sin embargo, no se han hecho cargo de los daños producidos a las consumidoras y todo lo que conlleva la falla de un método anticonceptivo.

“Las preguntas más frecuentes de las mujeres han sido cuáles son las marcas a las que pueden cambiar”, dice Libertad Méndez, ginecóloga que forma parte de la Coordinadora 8m. “No sabían que muchas marcas tienen los mismos componentes e incluso son más baratos”, añade. La coordinadora feminista ha cumplido el rol de derivar a mujeres que necesiten ayuda a otras redes de apoyo, como “Con amigas y en la casa” y “Yo decido”. En el caso de que no hayan quedado embarazadas, les facilitan orientación a distancia.

“No hay ningún soporte desde el sistema de salud para acompañarlas, es en las redes paralelas donde se ha dado ayuda a estas mujeres”, comenta. Además, exige que el Estado tenga una respuesta para aquellas mujeres y sobre todo que se permita el aborto para los embarazos indeseados.

 

Soluciones ante la incertidumbre

Tras la falta de coordinación por parte de las autoridades, la Corporación Miles (Movimiento por la Interrupción Legal del Embarazo), ha intentado tomar las riendas del asunto. El 4 de noviembre, a través de su cuenta en Instagram, ofreció asesorías legales gratuitas paras las mujeres perjudicadas por alguna de las cuatro fallas ocurridas. Adicionalmente, si los anticonceptivos fueron distribuidos por un servicio de salud público, recomendó realizar un reclamo a la Oficina, Información, Reclamo y Sugerencias (OIRS). Si estos fueron comprados en una farmacia, aconsejó consultar con su médica o matrona para cambiar la marca o llevar a cabo un reclamo directamente al Servicio Nacional del Consumidor.

Laura Dragnic, abogada de la Corporación Miles, comenta que explican a las mujeres que se contactaron el servicio que otorgan. Luego escuchan su historia, preguntan si están embarazadas, que pastillas consumían, si tienen el blister para utilizarlo como prueba en un posterior juicio y conocer las condiciones que la rodean. “Nos han escrito 35 mujeres con distintas historias. Hay algunas que están embarazadas, otras que les interrumpieron el medicamento”, dice.

De acuerdo a un estudio de la Corporación Miles, el 74% de las mujeres ha tenido dificultad para acceder a métodos de regulación de la fertilidad en Chile, y el 54% derechamente no pudo acceder a ellos. La cuarentena no les ha permitido seguir con sus tratamientos y la salud sexual no ha sido prioridad durante este periodo.

El debate en cuanto a la existencia de la interrupción del embarazo voluntario en tres causales surgió nuevamente. La ley 20.066 consagra el aborto solo si la mujer se encuentra en riesgo vital, si el feto padece de una patología congénita, o si el embarazo fue producto de una violación. Sin embargo, si una mujer quedó embarazada por alguna de las cuatro pastillas falladas, no existe la posibilidad de acceder al aborto.

“Hay que luchar por el aborto libre sin causales, porque la decisión de poner termino a un embarazo que no es deseado depende de la autonomía de las mujeres y de su libertad de desición”, dice Dragnic. Mientras tanto, apunta a que están evaluando la mejor estrategia para seguir este caso, ya sea por vía civil, o bien la vía del derecho del consumidor. Esta última podría dar pie a una demanda colectiva. No obstante, existen limitaciones, ya que se necesitan 50 mujeres y el proceso puede demorar de 3 a 5 años. También, se puede presentar una demanda que busque indemnizar a las mujeres, una indemnización de perjuicio.

Skarleth Muñoz, matrona de la Universidad de Chile, es conocida en redes sociales por difundir contenido de educación ginecológica y sexual. Asegura que tras la falta de información y difusión de este hecho, aproximadamente 100 mujeres le hablaron con diferentes dudas sobre cómo identificar si sus pastillas venían defectuosas. Por lo mismo, apunta que la Ley de Educación Sexual Integral, que fue rechazada el pasado 15 de octubre por el senado, es indispensable para desmitificar y tomar conciencia sobre la sexualidad desde la primera infancia.

Con la primera falla notificada, Gloria Maira, coordinadora por la Mesa Acción por el Aborto en Chile, en las pantallas de CNN, exigió que por el error de Anulette CD las mujeres “debiesen tener acceso al aborto seguro”. Además, explicó que este suceso estaría en las mismas condiciones de un aborto por violencia sexual, debido a que  “es un acto contra tu voluntad que da por resultado una gestación que tú no estabas buscando”, dice. De igual manera, Laura Dragnic expresa que el próximo año será interesante en términos políticos por el desarrollo de una nueva Constitución y asegura “que evidenciar estas situaciones es esencial”.

 

 

Maite Palacios

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile

Valentina Herrera

Estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile