Después de un largo tiempo, Nicolás Acuña regresa con uno de sus proyectos más ambiciosos: la adaptación de Inés del alma mía, la novela histórica de Isabel Allende, para la plataforma Amazon Prime. En entrevista con Doble Espacio habla de la grabación de la serie ya estrenada en España, de sus anteriores trabajos, del tema mapuche y de los desafíos del audiovisual chileno.  

Inés del alma mía, la serie, comienza con un combate. Los soldados españoles están en plena batalla contra los mapuches. Derrotados y desesperanzados, están a punto de rendirse, pero en ese momento aparece alguien: una mujer en armadura sobre un caballo que los interpela. “¡Señores! ¿a que le tenéis miedo? ¿A morir? ¡Vergüenza me dais!”, les dice. Con el ánimo restaurado, los soldados se disponen a pelear junto a ella. 

La adaptación del libro homónimo de Isabel Allende expone el viaje que Inés de Suaréz (Elena Rivera) hizo desde su natal España hasta Sudamérica buscando a su esposo, Juan, quien partió en busca de nuevas oportunidades. Inés atraviesa la selva amazónica y el Cusco para convertirse, luego, en protagonista del descubrimiento y posterior conquista de Chile.  

La dirección de los ocho capítulos de la serie está repartida entre dos directores, el cubano-uruguayo Alejandro Bazzano y el chileno Nicolás Acuña, siendo este último el responsable de los episodios que escenifican el choque entre los españoles y los aborígenes que poblaban lo que más tarde se llamaría Chile. Lo llamaron de Chilevisión hace ya un par de años, después de que a Marcos de Aguirre se le ocurriera convertir el libro de la premio Nacional de Literatura en una serie. 

El proceso de rodaje, cuenta al teléfono el también docente del ICEI, tuvo variadas complejidades: “Partimos grabando en Trujillo, un pueblito medieval español increíble, de donde provenía Francisco Pizarro y la mayoría de los conquistadores de Extremadura. Después, nos fuimos a Perú, al Valle Sagrado y Cusco y en el fondo, hicimos todo el viaje que hizo Inés de Suaréz. Tras grabar en Perú, vinimos a Santiago a reconstruir una ciudadela, la que fundó Pedro de Valdivia sobre una ciudadela inca que existía en el Valle Central.”

Acuña explica que la práctica de fundar ciudades españolas sobre asentamientos incas era más común de lo que se cree y que para lograr fidelidad histórica, tuvieron la asesoría de historiadores y antropólogos en terreno. En tanto, el espacio donde se reconstruyó este primer Santiago fue en la Laguna Carén, de la U. de Chile.   

“Después de la construcción de esa ciudadela en la Laguna Carén, nos fuimos a grabar al norte, al desierto y también grabamos en la Patagonia, en el sur de Chile que es donde finalmente muere Pedro de Valdivia”, cuenta Acuña. 

En la novela y la serie, ella es el centro de todo, pero también hay un énfasis en Valdivia y en el pueblo mapuche… 

Como directores damos nuestra opinión, pero te diría que es un guión bastante apegado a la novela. De hecho, por un tema de derechos tenía que tener la aprobación de Isabel Allende. Es una novela muy compleja y su atractivo está ahí, porque es el choque de dos culturas, que es violento. Más allá de toda la aventura que es la primera parte, que tiene que ver con esta travesía que es realmente gigantesca y que se relata como una road movie, también hay una cruda relación a cómo fue el proceso de conquista de los españoles sobre los pueblos originarios. 

Y ahí la novela tiene un punto de vista muy interesante. ¿Sobre qué se funda nuestra cultura? Y la respuesta es la guerra: el choque de dos visiones del mundo totalmente contrapuestas.

 

Historia en imágenes

El interés de Acuña por la sociedad chilena no es nuevo. Así lo refrendan la historia del país que ilustra en Algo habrán hecho (2010) y Sitiados (2014) y Los archivos del cardenal (2011-2014), y las nuevas realidades sociales presentes en El reemplazante (2013). 

 

¿Cuál es el rol de la TV respecto de la historia y su relación con la actualidad? 

Siempre busco estar en proyectos que generen discusión. Por ejemplo, El reemplazante fue un proyecto emblemático dentro de las series que he realizado, que abordó la crisis en la educación en Chile y ahora, el problema de los pueblos originarios y el pueblo mapuche está más vigente que nunca.

Acuña señala que este diálogo entre pasado y futuro se puede ver en Sitiados, ya que al final de esta, los protagonistas dicen “Nos sobra sangre para defender nuestras tierras”, una frase que toma relevancia ya que es de un líder mapuche actual. En esta línea, el opina que el choque de culturas siempre ha sido un tema en Chile. Si antes eran españoles y mapuche, ahora son los descendientes de ambos, los chilenos, quienes tienen este choque con los mapuches. Y agrega: “Es interesante que la televisión, que es un medio masivo, pueda abordar estas temáticas para que las nuevas generaciones puedan entender el origen de nuestra cultura”.

¿Qué desafíos de representación de los pueblos originarios ve en la ficción local? 

La visión de Isabel Allende es la visión de un chileno sobre los procesos históricos. Más allá de que hizo una investigación muy acuciosa y súper interesante, también es interesante escuchar la voz de los descendientes de los pueblos originarios. Lo que hace Claudia Huenchumilla en Mala junta  me parece notable.
Mi caso es un híbrido: tengo una sensibilidad sobre el tema y trato que esté plasmada en los trabajos que hago. Por ejemplo, logramos que en Inés del alma mía todos los actores que representaban al pueblo mapuche hablaran en mapudungún. Tuvimos profesores y ellos estuvieron presentes en el rodaje e hicimos un trabajo muy minucioso en relación a la cultura y el habla mapuche.

Hay un sector de la sociedad que niega o ignora hechos históricos como los que aborda la serie…

Yo creo que cada uno, en el rol que le compete, aborda estas temáticas en función de sus propias convicciones. En el caso mío, como comunicador, elijo adoptar una postura sobre lo que significó la Conquista y sobre lo violenta que fue la llegada de los españoles al territorio mapuche.

Lo importante de analizar procesos históricos es entender lo que está pasando día con el pueblo mapuche. Nosotros vemos hoy en día que sigue siendo una cultura negada, oprimida, dejada de lado, y creo que cada uno, desde su lugar, tiene que aportar su visión sobre el tema. El trabajo que yo intento hacer es ese: no tener una verdad histórica, pero sí un punto de vista claro en relación al tema.   

 

Mariana Poblete

Periodista de la Universidad de Chile