El estudiante de tercero de Fotografía en el Instituto Arcos lleva cinco años recorriendo la capital con su cámara, una máscara antigas y un casco. Su constante presencia en manifestaciones sociales de los últimos años lo posicionaron como “blanco de interés” para la inteligencia de Carabineros: a los 21 años, el fotógrafo encontró su nombre entre las filtraciones de PacoLeaks.

Santiago apesta a lacrimógena. Cada pisada sobre el pasto seco de las plazas ocupadas como lugares de protesta, levanta el odioso polvillo amarillento que arranca estornudos a los desacostumbrados. A Byron Andrade no le molesta: siempre ha estado en la primera línea, lo que lo ha llevado a familiarizarse con los gases del zorrillo y al agua del guanaco, a los golpes y hasta a los disparos policiales.

Andrade es uno de los tantos fotógrafos dedicados a registrar manifestaciones. Casi no ha parado desde el estallido social del 18 de octubre y, como sus colegas, bromeaba en el pasado sobre seguimientos y fichas policiales. De ahí su sorpresa tras entrar en los detalles de la filtración de archivos de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar), que lo posicionó como “blanco de interés” lo tomó por sorpresa. “Nosotros estamos prácticamente todos los días en la calle, en todas las manifestaciones”, cuenta el fotógrafo. “Entonces, yo decía, ‘ya, puede ser que a lo mejor tengan mi nombre y mi rostro como algo identificable’. Pero nunca creí que fuera investigado.”

¿Cómo te enteraste de que figurabas en la lista?
Dos amigos por WhatsApp me preguntaron si había revisado la lista de las filtraciones de Carabineros. Les dije que no, y después me mandaron imágenes en las que salía mi nombre. Después, vía Instagram, como sale mi nombre en cada pie de foto, varias personas me dijeron que estaba, que había salido en los informes. Posteriormente salieron publicaciones (por páginas de difusión) de que había dirigentes sindicales, y también estaba yo.

Te anotaron como “anarquista y fotógrafo de contrainformación”.
[Es] algo a lo que le tengo miedo: el que me individualicen como anarquista porque, si bien comparto ciertas cosas, no me catalogo un anarquista. Tampoco soy un reaccionario. No hago nada más allá de una fotografía. Pertenezco, sí, al movimiento en la calle, pero no a una organización. Sí me puedo catalogar como fotógrafo de contrainformación, pero como anarquista… creo que esa parte no debería ir [en la ficha].

¿Cómo te sentiste cuando viste tu nombre en la lista?
Al principio me dio risa, pensando que era una broma. Después, me dio miedo. Ni siquiera era tanto por el tema de salir en la lista de los investigados: más me preocupaba que me individualizaran como anarquista. Para la sociedad chilena y para la policía no es bien visto un anarquista. Entonces entré en temor. Días después no salí a la calle, por lo mismo. Pero ahora estamos hablando con abogados, con la Defensoría [Popular].

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Andrade presentará un recurso de amparo junto a la defensoría: quiere saber por qué su nombre apareció en las fichas. También pretende tomar acciones legales junto a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD): Marucela Ramírez, otra fotógrafa, también salió en los archivos. “Vamos a hacer una querella,” aseguró. “Yo siento que a las organizaciones policiales les molesta lo que hacemos, les duele, porque nosotros mostramos en primera línea lo que hacen.”

El fotógrafo cree que hay una fijación particular con sus colegas y con los medios de comunicación independientes. “Nosotros tenemos la imagen de algo que ellos siempre dijeron que no existe: la represión, la violación a los derechos humanos”. Comprende que puedan existir listas con dirigentes, debido a que ellos convocan masas, pero siente que es distinto con los reporteros gráficos. “Más que nada, a mí me hace pensar que quieren inculparnos en algo. Tenemos claro el montaje, por ejemplo, al fotógrafo de la Araucanía Felipe Durán. Es un temor de ‘por qué a nosotros.’”

¿Cómo han sido estas últimas semanas?
Han sido días raros. Desde que partió todo esto, he seguido en primera línea. Siempre me mantengo lejos de Carabineros, porque el accionar de ellos igual es medio improvisado, dentro de lo que tienen. Sí tengo miedo de que me hagan un control [de identidad] cuando vaya solo, que me tonteen por algo, porque he visto que han caído compañeros míos haciendo nada, sacando fotos. Tengo ese temor de salir a la calle, pero igual voy a salir y a estar en la primera línea siempre.

¿Crees que esto tenga una pronta solución?
Realmente no sé cómo se podría solucionar, pero yo creo que ya sabiendo esto, deberíamos todos tomar un resguardo. En el momento que finalice todo esto, puede que las acciones policiales salgan en algún momento. Tampoco soy ajeno a que me pueda pasar algo después, pero creo que deberíamos preocuparnos de lo que hacemos, de lo que informamos. De todo, en realidad, porque todo nos puede jugar una mala pasada. Yo sé que estoy más fichado porque anduve mucho en liceos y cosas así.

¿Qué piensas de las declaraciones del General Director de Carabineros sobre el actuar de Fuerzas Especiales en las manifestaciones?
Siempre se amparan en que ellos se defienden, que no están haciendo nada fuera del marco legal. Claramente, esto se le da a la prensa y la prensa empieza a mentir. Pero cuando uno está ahí mismo, donde las papas queman, sabe que no actúan en el marco legal. Uno ve que va pasando una persona equis, haciendo nada, y le llega un perdigonazo. A nosotros mismos nos llegan los perdigones, nos disparan. El actuar de Carabineros es ilegal. Los van a amparar siempre, porque son del Estado y siempre han avalado lo que hacen, pero de que actúan ilegalmente, lo hacen.

Dijiste que crees que te podría pasar algo…
Sí.

¿Algo como qué?
Como están las cosas, siento que podrían llegar a mi casa, armar un montaje y decir que, no sé, encontraron ciertas cosas. O que yo podría desaparecer de un día para otro, después de una manifestación, porque también nos vamos tarde, casi de noche. No nos vamos solos, pero de todas maneras puede pasar que me saquen en un momento, y coopere. Esos son, más que nada, los miedos. Y el miedo mayor, yo creo que tiene cualquiera, es [perder] la libertad. No sería nada muy lindo terminar preso por algo que no hiciste y de lo que te están inculpando. Esos son los temores: que me llegara a pasar algo, a mí o a mi familia, que bastante puede sufrir por esto.

Josefa Montes

Estudiante de Periodismo, Universidad de Chile.